COMENTARIO
DE TEXTO: EL PACTO DE OSTENDE
ANÁLISIS
El texto que se va a
comentar a continuación, “El Pacto de Ostende”, se trata de un
texto político debido a que es un manifiesto que redactan los
progresistas y demócratas, en la que se aprueba disposiciones de
carácter general. Es un texto histórico debido a que fue redactado
en el pasado, concretamente, redactado por la firma de demócratas y
progresistas y publicado 16 de agosto de 1866. Además, estamos
frente a un tipo de fuente primaria ya que el documento no ha sido
modificado.
El Pacto de
Ostende fue el acuerdo firmado en la ciudad belga de Ostende por
el Partido
Progresista y por el Partido
Demócrata por lo tanto, el autor del texto es colectivo, por
iniciativa del general progresista Juan
Prim, para derribar la monarquía de Isabel
II de España. Este pacto, al que a principios de 1868 se sumó
la Unión
Liberal, fue el origen de «La
Gloriosa», la revolución que en septiembre de 1868 depuso a la
reina española.
El Pacto de Ostende fue
realizado debido a la radicalización del autoritarismo de 1863 y el
fuerte intervencionismo de la reina, refrendado por la creciente
influencia de su camarilla ultracatólica, acabaron por
desnaturalizar el sistema liberal y provocar una gran inestabilidad
gubernamental. Los progresistas, demócratas y republicanos
responsabilizaron Isabel II de su exclusión y del mal funcionamiento
de las instituciones y se decidieron por el pronunciamiento de los
sargentos del cuartel de San Gil, el cuál, fue duramente reprimido.
La situación del gobierno empeoró a raíz de la crisis de
subsistencias lo que hizo que se firmara el Pacto de Ostende para
acabar con la monarquía de Isabel II y convocar Cortes
Constituyentes por medio del sufragio universal masculino. En 1867 se
incorporaron al Pacto los unionistas.
COMENTARIO
El texto se divide en dos fragmentos y
en ellos, se pueden observar las diferentes ideas principales y
secundarias que lo componen. En cuanto a las ideas principales,
podemos observar tres: la primera se encuentra en las líneas 1-2:
“el objeto (…) de la revolución en España es la caída de los
Borbones” En esta idea principal podemos observar que la revolución
citada se refiere a la sublevación de los sargentos del cuartel de
San Gil que se convirtió en una revuelta popular en Madrid y fue
duramente reprimida. Esta revolución, tenía como objetivo acabar
con la monarquía borbónica de Isabel II.
La segunda idea principal la podemos
ver en la línea 3-11: “demócratas (…) y progresistas decidirían
la forma de gobierno que se había de establecer en España
atendiendo a un sufragio universal”. Esta idea quiere decir que en
ambos casos se recogieron las formas de pensar de cada uno, tanto
demócratas como progresistas apostaban que la forma de gobierno que
había de establecerse en España sería elegida por un plebiscito o
por unas Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal, es
decir, que gracias a que este punto del
Pacto de Ostende estaba redactado se podía proceder a formar un
gobierno provisional, tras acabar con la monarquía de Isabel II,
mediante un sufragio universal masculino, ya fuese mediante un
plebiscito o mediante la convocación de Cortes Constituyentes. La
idea secundaria que respalda a esta idea principal es la siguiente:
“por un plebiscito o por unas Cortes Constituyentes” puesto que
deja en el aire la forma de elegir al nuevo gobierno provisional.
La tercera idea principal es la
siguiente: “siendo la monarquía (…) hasta que así se decidiese,
había de ser absoluta la libertad de imprenta, y sin ninguna
limitación el derecho de reunión, para que la opinión nacional
pudiese organizarse convenientemente”. Esta principal quiere decir
que una vez conquistado el poder se formarían unas Cortes
Constituyentes que establecería la forma de gobierno desde entonces:
monarquía o república. Sin embargo, dejaba claro que
independientemente de cual fuese elegida, ambas debían respetar
todos los derechos redactados anteriormente.
Este
Pacto se encuadra a finales del reinado de Isabel II. Antecede a la
rebelión de La Gloriosa (1868), acontecimiento con el que se acaba
por desalojar del trono a la hasta la entonces reina, Isabel II.
Durante la tercera y última fase del reinado de Isabel II
(1856-1868) gobiernan, alternándose, la Unión Liberal y Narváez y
se mantiene la constitución de 1845. Se mantienen algunas medidas
progresistas como la ley de imprentas, las desamortizaciones y la ley
de ayuntamientos. Se impone un gobierno más conservador con
Narváez, de 1856 a 1857, al cual le sucede O´Donnell, estableciendo
la Unión Liberal (centralista-1858-63). Esta etapa se inicia con una
crisis de subsistencia provocada por la escasez de trigo, se realizan
nuevas inversiones en infraestructuras y en la formación de técnicas
ingenieras, se mejora el sistema fiscal (que produce un
crecimiento económico) y se impulsa una política expansionista con
una guerra contra Marruecos.
Sin
embargo, se produce, más adelante, la caída del gobierno de la
Unión Liberal por el desgaste y las divisiones internas por lo que
se forma un nuevo gobierno de Narváez (1863-1866). Se alternan los
gobiernos inestables y autoritarios de distintos moderados y se
apuesta por una vía insurreccional contra la monarquía isabelina.
Los progresistas, ante la imposibilidad de llegar al gobierno,
apuestan por la vía de la rebelión, que provoca inestabilidad
agravada por la continuación de la crisis y la influencia de la
camarilla ultracatólica a la reina. A ello, se suman los escándalos
en la corte y la corrupción. La respuesta represiva también fue
famosa en el caso de la ejecución de los militares que se levantaron
contra Isabel II en el cuartel de San Gil, en Madrid.
Es en este momento, tras
los sucesivos levantamientos de progresistas y demócratas, cuando se
firma el Pacto de Ostende para acabar con la monarquía de Isabel II.
Posteriormente, el pacto constituyó el paso previo de la Revolución
de 1868, la llamada Gloriosa, que acabó con la monarquía
de Isabel II, obligada a exiliarse en Francia,
e inició el período denominado Sexenio
Democrático que se prolongará hasta diciembre de 1874
CONCLUSIÓN
El Pacto de
Ostende tiene una gran importancia para la historia de nuestro país
debido a que con él se termina la monarquía de Isabel II y se dará
paso a una nueva dinastía que será la de Amadeo de Saboya
sustituyendo de esta forma a los borbones, los cuáles regresarán al
trono con Alfonso XII.
JAVIER BAKER 2ºA
JAVIER BAKER 2ºA
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