Fue el primer
teatro permanente de Roma, siendo el más grande y famoso de su tiempo.
Pompeyo ordenó su construcción, deseoso de ganar popularidad, saltándose
la prohibición de construir anfiteatros de obra erigiendo en la galería
del nuevo teatro un templo dedicado a la diosa Venus Vincitrix.
Su construcción empezó en el 61 a.C. y fue terminada en el año 55 a.C. La Cauea hacía 150 metros de diámetro y se cree que tenía una capacidad de 18.000 personas. Detrás del escenario contaba con unos grandes jardines porticados como zona de recreo para antes de la función o para los actores.
Mientras la Curia Iulia se acabada de construir, el Senado utilizaba su sala de reuniones como Curia, fue en las escaleras del Teatro de Pompeyo donde Julio César encontró la muerte en los Idus de marzo, a los pies de la grandiosa estatua de su enemigo Pompeyo que presidía el Teatro.
Su construcción empezó en el 61 a.C. y fue terminada en el año 55 a.C. La Cauea hacía 150 metros de diámetro y se cree que tenía una capacidad de 18.000 personas. Detrás del escenario contaba con unos grandes jardines porticados como zona de recreo para antes de la función o para los actores.
Mientras la Curia Iulia se acabada de construir, el Senado utilizaba su sala de reuniones como Curia, fue en las escaleras del Teatro de Pompeyo donde Julio César encontró la muerte en los Idus de marzo, a los pies de la grandiosa estatua de su enemigo Pompeyo que presidía el Teatro.
El teatro se coronaba con un templo dedicado a Venus Victoriosa (Venus Victrix en latín), deidad personal de Pompeyo.
Esta particularidad del templo ha sido interpretada por algunos
especialistas como una estrategia para evitar que tal edificio fuera
considerado una simple extravagancia personal.
Las dimensiones del teatro eran enormes. La cávea contaba con 150 metros
de diámetro, y en su zona central se situaba una gran escalinata
semicircular en forma de exedra que ascendía al templo situado en la
parte superior. Tras el gran frente de escena de 90 metros se situaba un
gran peristilo de columnas de granito que rodeaba el jardín, y al otro
extremo de éste se encontraba la llamada Curia Pompeii, en la que accidentalmente se estaba reuniendo el Senado Romano en marzo del año 44 a.C., y donde por ello fue asesinado Julio César. Esta curia, según Suetonio (Vita Div. Iul. 88) y otros autores antiguos fue tapiada como lugar nefasto, siendo el espacio convertido más tarde en unas letrinas públicas.